Durante demasiados días, en demasiados días para contarlos, tú eres LA DIFERENCIA. La diferencia entre una existencia dolorosa y una vida esperanzadora... tú eres la diferencia.

Lo que usted hace y todo lo que brinda marca la diferencia en nuestra capacidad de brindar servicios a las innumerables personas que viven diariamente con la anemia de células falciformes. Cuando das de tu tiempo, eres la diferencia entre los miembros del personal con exceso de trabajo y sobrecargados y los profesionales con suficiente energía para cumplir nuestro propósito.

Cuando hablas en nuestro nombre, eres la diferencia entre el llanto inaudito de un niño y la voz resonante de una comunidad. Cuando ustedes, nuestros socios en el éxito total, nos recuerdan que no estamos solos en esta lucha para atender a una población apenas atendida con una enfermedad que altera la vida, ustedes se convierten en la diferencia.